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Hace unos días, unos amigos ingleses nos regalaron un surtido de unos pastelillos que ellos llaman "fudges", consistentes en una mezcla de leche condensada, azúcar, vainilla y mantequilla (como elementos básicos); además, unos llevaban coco o chocolate o pasas o almendras...
Éstos últimos nos recordaron el exquisito sabor de una receta típica de un pueblecito muy pequeño de aquí cerca: Atajate.
Se trata de lo que allí denominan "queso de almendras".
Estuvimos investigando y descubrimos que una receta prácticamente igual y con el mismo nombre, se prepara muchísimo en Canarias y algo en Extremadura.
Así que, con alguna aportación propia, la emprendimos con los ingredientes y resultó así:
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INGREDIENTES:
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- 500 g de almendras (ya peladas).
- 500 g de azúcar (decidimos mitad blanca y mitad morena).
- 5 yemas y 1 clara de huevo.
- 70 g de coco rallado (aportación propia).
- Ralladura de la piel de 1 limón grande.
- 1 cuch. pequeña de jengibre (aportación propia).
- 1 vaso de agua.
- Mantequilla para untar el molde.
- Canela en polvo para decorar (al gusto).
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PREPARACIÓN:
- Lo primero que hay que hacer es partir las almendras y quitarles el pellejito interior. Es cómodo comprarlas ya preparadas, pero son caras, y como nosotros teníemos un saco lleno de propia cosecha, pues: me tocó. A mí partir y a mi señora, pelarlas después de darles un hervor en agua.
- A continuación las pasamos por una picadora y las dejamos con una textura no demasiado fina ni arenosa, pero que tampoco queden trocitos ni se hagan grumos.
- En un cacillo, ponemos el vaso de agua y el azúcar y llevamos a ebullición, hasta que caramelice.
- Se retira del fuego y le añadimos las almendras picadas, el coco, la ralladura del limón y la cucharadita de jengibre.
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- Lo volvemos a colocar en la candela, dejando a fuego bajo y removiendo continuamente para que no se pegue.
- Se baten las 5 yemas y la clara y se le agrega despacito a la mezcla anterior. Decidimos esta cantidad de yemas, ya que las diversas fuentes consultadas variaban desde 3 yemas hasta 6, incluso vimos una con 12 claras.
- Dejamos en el fuego entre 30 y 40 minutos, sin dejar de remover y a fuego bajito. Hasta que notemos que la masa se despega bien de las paredes del recipiente.
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- Ese es el punto apropiado para depositar la masa en el molde, previamente untado con mantequilla. Nosotros nos decidimos por uno de silicona para facilitar el desmoldado. Y como tenía forma de corazón, pues de ahí el nombre de nuestra adaptación del "queso de almendras".
- Una vez en el molde, debemos apretar con una cuchara untada de aceite o mantequilla, para que quede bien compacto. Dejamos enfriar en la nevera hasta que se endurezca.
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- Cuando comprobemos que su textura es la adecuada, desmoldamos y espolvoreamos con canela molida.
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Al tratarse de un postre con tanta cantidad de azúcar, pensamos que el coco le aportaría una ligereza y un sabor acorde con el resto de los ingredientes básicos.
Y lo del jengibre, pues es que siempre viene bien un toquecillo picantito en este tipo de postres (yo le hubiese echado un poquitín más..)
El resultado: un postre muy calórico pero muy rico, con la ventaja de que se puede ir consumiendo poco a poco, ya que aguanta bien en la nevera.
Y la satisfacción de haber usado algunos de nuestros productos para su elaboración: las almendras, el limón y los huevos.
Cuando lo compramos en una ocasión, nos pareció un producto caro, pero la verdad es que, después de hacerlo uno mismo, nos damos cuenta de lo laborioso que resulta, aunque con ello no queramos desanimar a nadie para su preparación: merece la pena.
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