Este fin de semana hemos estado en el campo y hemos aprovechado nuestros paseos, entre trabajo y trabajo, para coger algunos espárragos silvestres, aprovechando la temporada.
Su sabor es muy distinto al sabor de los cultivados. Un toque amargo muy especial les caracteriza. Pero el trasfondo aporta unas notas asilvestradas y una textura crujiente muy particulares. Y más, teniendo en cuenta que la sopa se cocinó horas después de cogerlos.
INGREDIENTES.
- 1 manojo de espárragos silvestres.
- 200 g de almejas.
- 125 g de pan de soja.
- 2 tomates.
- 1 pimiento.
- 1 cebolleta.
- 2 dientes de ajo.
- 1/2 vaso de vino blanco.
- Perejil, hierbabuena, laurel, estragón, pimienta negra molida, azafrán en hebras.
- Aceite y sal.
PREPARACIÓN.
Se limpian y cortan los esparrágos, aprovechando sólo las partes tiernas.
Las almejas se echan en un cuenco con agua y sal para que suelten la arenilla.
Se pican los ingredientes para el refrito y se van echando en una cazuela de barro con aceite en este orden: cebolleta (se rehoga un poco), pimiento, ajos y por último el tomate.
Cuando está todo rehogado, se añaden los espárragos y se dejan unos minutos soltando su sabor y ablandándose.
Un poco después, se añaden las almejas, dándoles un par de vueltas y el 1/2 vaso de vino.
Se añaden las especias y la sal.
Cuando ya han abierto las almejas, se añade 1/2 litro de agua y mientras empieza a hervir, vamos picando el pan en rebanadas muy finitas.
Cuando empieza el hervor, se echa el pan y se deja hirviendo unos 15 minutos, para que terminen de cocer los espárragos y el pan se ablande.
Se deja reposar otros 5 minutos antes de servir.
...Y lista esta sabrosísima sopa.
Usamos pan de soja, ya que sus granitos dan un toque muy agradable y crujientito. También hemos hecho esta sopa en otras ocasiones con fideos de arroz (tomen nota nuestros amigos celíacos.)
Las almejas aportan un suculento sabor, aunque a veces también las hemos sustituido por atún con muy buenos resultados.
La hierbabuena y el estragón dan a este plato un aroma muy especial.