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-Todas las fotos son ampliables.
¡Cuidado con la de arriba!
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¡¡Ya empezó la temporada de las moras silvestres!! Todos los años esperamos ansiosamente estos días para adentrarnos en un cañaveral cercano a nuestra casa y acceder al mágico lugar casi secreto en el que se extienden ante nuestros ojos (y nuestras manos, y nuestros paladares...) miles y miles de sabrosas y tiernas moras a nuestra disposición.
El año pasado elaboramos varias mermeladas, mezclándolas con otras frutas: higos blancos, higos morados, frambuesas, ciruelas... A todas ellas, aportan las moras ese exquisito puntillo silvestre que nos recuerda a nuestra infancia y la sigue alargando.
Este año nos hemos atrevido con esta tarta:
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INGREDIENTES:
- 750 g de moras silvestres.
- 3 huevos.
- 60 g de mantequilla.
- 60 g de pan rallado (lo hemos usado de soja).
- 60 g de maizena.
- 50 g de azúcar.
- Piel de un limón.
- Unas moras y frambuesas para decorar.
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- Masa azucarada especial:
- 200 g de harina.
-100 g de mantequilla.
- 60 g de azúcar glas.
- 1 huevo.
- Una pizca de sal.
- Una pizca de levadura.
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PREPARACIÓN DE LA MASA:
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- Mezclar la harina, la sal y la levadura. Incorporar la mantequilla cortada a daditos, mezclando todo hasta obtener una masa de aspecto arenoso.
- Añadir el azúcar glas y, mezclándolo con las manos, agregar rápidamente 1 huevo entero.
- Hacer una bola y amasarla varias veces.
- Envolverla en un papel film transparente y guardar en el frigorífico durante 1 hora.
- Lógicamente, en vez de esta masa, podemos usar masa de hojaldre comercial, pero es que se nos antojó preparar ésta...
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PREPARACIÓN DEL RELLENO:
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- Mientras reposa la masa, vamos escogiendo y pesando las moras. Las ponemos a calentar en un cazo con agua que las cubra, y las dejamos cocer unos minutos junto con la piel de limón.
- Retiramos la piel de limón, las escurrimos y las trituramos con la batidora.
- Las pasamos por el chino para desechar las semillitas.
- A la pulpa obtenida le agregamos 2 huevos, el pan rallado, la maizena, la mantequilla y el azúcar. De ésta hemos puesto poca cantidad; quien desee el relleno más dulce, puede incrementarla. Se mezcla todo muy bien y se deja enfriar un poco.
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-- Preparamos un molde desmontable, untándolo con un poco de mantequilla.
- Dividimos la masa en dos partes y las extendemos con un rodillo: una mayor para recubrir el molde por dentro y otra más pequeña para colocar una vez echado el relleno, humedeciendo los bordes con un poco de agua para unir las dos partes, cerrando hacia adentro y pintando generosamente toda la cubierta con el otro huevo que nos quedaba, batido.
- Se hornea a 180º C de 35 a 40 minutos.
- Se deja enfriar, se desmolda y se adorna al gusto. Nosotros lo hicimos con algunas moras y las primeras frambuesas de nuestro huerto.
- Resultó una masa con un toque dulce (que nos recordaba a las galletitas de mantequilla de toda la vida de las latas azules...), muy crujientita; y el relleno exquisito y asilvestrado.
Ayer cayó la mitad (quemando); y ahora, en cuanto acabemos, vamos a por el resto: ya más fresquita y cuajada. Realizaremos un estudio comparativo...
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